"Hagamos un poco de Historia General sobre la Guitarra Española"
La guitarra es un instrumento musical de cuerdas que son pulsadas con los dedos, antiguamente las cuerdas eran de tripa y hoy en día son de nylon, tiene una caja de resonancia con la parte posterior plana y suaves curvaturas que le dan un donaire especial, en contraste con los miembros de la familia del laúd, que se caracterizan por su fondo convexo. 

Su construcción es de primordial importancia para poder asignar a la guitarra su verdadero origen y posición en la historia de los instrumentos musicales, un sitial intermedio entre la cithara y el violín. Los instrumentos medievales de cuerdas con mástil se dividen en dos clases, caracterizados principalmente por la forma y construcción de la caja de resonancia:

Aquellos instrumentos que como su arquetipo, la cithara, tienen una caja compuesta por un fondo plano o ligeramente arqueado y una tapa armónica sujeta por una especie de costillas denominadas varetas, barras de refuerzo de madera.
Los instrumentos, que como la lira, tienen una caja que consiste de un fondo convexo sobre el cual se apoya la tapa armónica sin ningún tipo de costillas de madera. Este método de construcción difundido entre los instrumentos orientales es musicalmente inferior al primero.

Se presume que la sexta cuerda o última cuerda fue añadida al instrumento en 1790 por Jacob Otto de Jena, quien fue el primero en construir guitarras en Alemania después de su introducción desde Italia en 1788, por la duquesa Amalia de Weimar. Según Otto, fue el Kapellmeister Naumann de Dresden quien le solicitó le fabricara una guitarra de seis cuerdas, de acuerdo a como se practicaba en Italia. El alemán añadió el último Mi, una cuerda entorchada. La guitarra original traída desde Italia por la duquesa Amalia tenía cinco cuerdas, siendo sólo la quinta cuerda entorchada. Otto también cubrió la cuarta cuerda de metal, obteniendo de tal modo un sonido más brillante. Sin embargo, en España ya existían guitarras y vihuelas de seis cuerdas en el siglo XVI; Juan Bermudo y otros ya describieron estos instrumentos. La última cuerda solía estar afinada en Sol. Otras guitarras españolas de la misma época tenían cuatro, cinco, e incluso siete órdenes - o pares de cuerdas - al unísono. Estos instrumentos eran siempre tañidos con los dedos.
La guitarra se desarrollo a partir de la cithara, tanto estructural como etimológicamente. Frecuentemente se sostiene que los árabes fueron los que introdujeron la guitarra a España con las invasiones de los Moros. Sin embargo, no existe ninguna documentación específica y existen muchas dudas con respecto a esta postura. No existen indicios entre los instrumentos árabes de uno igual o similar a la guitarra en construcción y forma, aunque los antiguos egipcios conocían una guitarra con lados suaves y curvos.

(I). La guitarra como descendiente de la Cíthara

La palabra guitarra puede ser una modificación de la palabra griega k i q a r a (kithara). La diferencia en la construcción de la guitarra y la cíthara no es tan sustancial como podría parecer a primera vista. Los dos pertenecen a la familia de instrumentos de cuerda pulsada que se distinguen por una caja de resonancia con fondo plano. La cíthara tiene sus cuerdas soportadas por un marco y la guitarra por el puente. Sin embargo, esta diferencia a la vista conspicua, no es de importancia acústica. Es posible, de hecho, que la guitarra sea un descendiente distante pero directo de la cíthara en su última forma romana. Durante la época del oscurantismo la lira clásica, en virtud de su fondo bombeado tenía afinidades con la familia del laúd, pero tendió a declinar en favor de la cíthara y los nombres empezaron a confundirse entre sí. Por ejemplo, es evidente que los primeros instrumentos medievales que eran descendientes de la cíthara posclásica, como las varias formas de la chrotta o rota, frecuentemente fueron descritas por el nombre de lira. La lira durante el renacimiento aparentemente era un instrumento muy diferente, pero en realidad no era otra casa que la lira medieval sin marco y con cuerdas que eran soportadas sólo por el mástil. La hipótesis que la cíthara y la guitarra estén vinculadas por el mismo curso de evolución es en cierta magnitud apoyada por evi
dencia terminológica. Siempre se realizó una distinción entre la guitarra latina y la guitarra morisca o sarracena. A la primera se referían los instrumentos construidos con caja de resonancia plana como la guitarra y su pariente bastante cercano, la vihuela; mientras que la guitarra morisca fue siempre referida a los instrumentos de fondo cóncavo, común a la familia del laúd.
Con estas consideraciones se puede concluir que la guitarra es el descendiente en suelo europeo de un instrumento romano, es decir la cíthara que además tiene un nombre con una afinidad etimológica importante y que fue llevada a España por los romanos aproximadamente en el año 400 d.C.; teniendo en cuenta que el laúd siempre ha sido considerado por consentimiento común, un instrumento Oriental transferido a la Europa Medieval por la civilización pérsico-árabe durante la ocupación de los Moros en España en el siglo VIII.

(II). Acerca de la afinación y forma de las primeras guitarras

Las primeras guitarras tenían una caja de resonancia más pequeña y el fondo menos profundo que nuestras guitarras de hoy en día, las escotaduras laterales eran menos pronunciadas, el mástil más largo y angosto, terminando en una cabeza plana con clavijas de madera para cuatro órdenes de cuerdas; un cordón para la chanterelle (1º cuerda) y las 3 últimas en pares - era un instrumento esbelto y elegante. Adrián LeRoy, escribe a mediados del siglo XVI, y confirma que tenían 4 órdenes de cuerdas afinadas en intervalos de una 4ta, una 3ra mayor, y una 4ta. Esta es la afinación que Bermudo 7se refería como la "nueva" afinación, y que correspondía a aquella de las cuatro cuerdas intermedias del laúd y la vihuela. La "antigua" afinación difería de la nueva solamente en que la última o cuarta cuerda se afinaba un tono más bajo. La nueva y antigua afinación es mencionada por Alonso de Mudarra en sus "Tres libros de música en cifras para vihuela" que datan de 1546. La afinación más común para las guitarras de cuatro órdenes era c0 f 0 a0 d1 (añadiendo G0 y g1 se tienen los afinaciones modernas del laúd y la vihuela). Praetorius en 1618 nombra la siguiente afinación: f 0 b0 d1 g1. En la época que el quinto orden fue adoptado, el instrumento empezó a conocerse fuera de España como la guitarra española; se estableció rápidamente en Italia ganando popularidad y prontamente se difundió por toda Europa.

La nueva cuerda era afinada una 4ta más baja que la cuerda en c0, es decir, G0. De acuerdo a Trichet, 1640, que todavía usaba el antiguo término de gittern, manifiesta que la guitarra se tocaba bastante en Francia e Italia, pero más aun en España; él comenta que el espesor desde la tapa armónica hasta el fondo era de 3 a 4 dedos, el mástil tenía un espesor de 3 dedos y con 8 trastes, la boca poseía una roseta; también menciona la guitarra de cinco órdenes, todas en pares excepto por la chanterelle, y el hecho que también pudieran construirse guitarras con el fondo bombeado como la guitarra batente y Chitarra Batente Giorgio Sellas. Poco tiempo después, la chanterelle también fue duplicada, y este tipo de encordadura se mantuvo vigente hasta mediados del siglo XVIII, pero la afinación se subió en un tono durante el siglo XVII a A0 d0 g0 b0 e1. Espinel hizo uso de las dos afinaciones, de tono alto y bajo, pero desde la época de Ribayez (en 1677) la afinación de tono más alto prevaleció.

En España la guitarra fue un instrumento de la clase media, en contraste con la vihuela que era tocada por la aristocracia. De acuerdo a Praetorius, en Italia era un instrumento en mano de charlatanes y saltimbanchi, pero para fines del siglo XVII, se convirtió en un instrumento de moda, especialmente en Francia, que se dice fue introducida por los actores italianos a París.
Fabricantes como Stradivarius y Tielke no dudaron en construir estos instrumentos, muchas veces excesivamente ornamentados.

En el siglo XVIII la guitarra se convirtió en un instrumento para los principiantes, por lo tanto la encordadura se hizo más simple: los cinco pares de cuerdas abrieron curso a las seis cuerdas simples, afinadas E0 A0 d0 g0 b0 e1, como hoy en día.

En el siglo XIX las clavijas de madera fueron remplazadas por tornillos metálicos, se amplió la caja de resonancia aumentando las escotaduras laterales, engrosando la caja y se abandonó el uso de rosetas en la boca.

(III). Los tres últimos siglos de desarrollo.

En el siglo XVII Italia fue indiscutiblemente el centro de la guitarra, pero en el siguiente siglo nacerían otros centros guitarrísticos, como Francia, y en especial Alemania. Lo que dio lugar al surgimiento de la guitarra en Alemania, donde la música barroca llegó a un punto culminante con los maestros Bach y Haendel, fue que el uso del laúd se torno impracticable ya que llegó a tener hasta 24 cuerdas y la técnica necesaria demandaba muchos esfuerzos del ejecutante; entonces los músicos se dieron cuenta y se decidieron por tocar la guitarra, que era un instrumento más noble. Esto permitió que la guitarra se expandiera por otros países del este de Europa como Holan

da, Bélgica, Polonia, Checoslovaquia, y Rusia. A fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX la guitarra española se convirtió en un instrumento en boga en todo el continente europeo.

Sin duda el paso más grande que se dio en el siglo XVIII fue la adición de la sexta cuerda, que como se dijo anteriormente fue Jacob Otto de Jena quien la añadió, pero que probablemente ya era usada en Italia. En el siglo XIX, la guitarra alcanzaría su punto máximo de desarrollo; varios fueron los factores que permitieron el desarrollo de la guitarra. Los cambios sociales a causa de la Revolución Industrial, ayudaron en sobremanera al establecimiento de la guitarra, las mejoras en los medios de transporte como los trenes, permitió el desplazamiento de los concertistas y por consiguiente el divulgamiento de sus obras.

La historia de la guitarra moderna llega a su cumbre con la figura del legendario Francisco Tárrega (nace en Villareal, 1852; muere en Barcelona, 1909), un connotado guitarrista y creador de la escuela moderna de la guitarra. Sus innovaciones no dependieron, como se dice, de tocar con las uñas o con la yema de los dedos, sino en el posicionamiento de las manos y los dedos, y la manera de pulsar las cuerdas. Tiene primordial importancia y Tárrega y sus discípulos dieron particular énfasis en el uso de la mano derecha. La preocupación de Tárrega era la de conseguir un mayor volumen en el sonido de la guitarra, en sus esfuerzos estudio los mecanismos del piano, y trato de comparar la pulsación de los dedos de la mano derecha que vendrían a cumplir en la guitarra la función de los martilletes del piano los cuales producen el sonido.

La guitarra todavía sobrevive en España, donde no sólo está en posesión de mendigos y copleros, sino que es considerada un instrumento muy serio, con una técnica bastante avanzada y grandes posibilidades en la música moderna. Tal vez nos viene a la memoria el legendario Andrés Segovia (nacido en 1890) que llevó a la guitarra a las grandes salas de concierto de todo el mundo, e influenció a que compositores modernos estudien la técnica de la guitarra y compongan para este instrumento, incluso conciertos para guitarra y orquesta como el de Castelnuovo-Tedesco. Un contemporáneo de Segovia fue Agustín Barrios, el más grande compositor e intérprete de guitarra de Sud América; nació en Paraguay y viajó por toda América y Europa. Sus composiciones alcanzan el número de 300 y son consideras por muchos guitarristas de un alto sentimiento musical.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.

Datos personales